
Desde el consciente, nuestra mente, ante la muerte de un hijo, realiza un gran esfuerzo para detener ese dolor, es muy difícil aceptar esta situación y es tan dolorosa, que, a veces, la única manera de seguir viviendo es bloqueándolo.
La pérdida puede ser por accidente, o provocada y en este último caso, no vamos a juzgar, porque todo pasa por una razón que desde el consciente desconocemos. Esta ausencia, este enorme dolor, queda anclado en el inconsciente familiar y seguramente, si buscamos historias en nuestro clan, encontraremos otras que hicieron, que desde el inconsciente, se active este programa de “no hijo”, por este que no nació más atrás, o por esa madre que murió en el parto; así es también, como se activan los programas de infertilidad.
Pero puede pasar que no nazca el primer hijo pero si el segundo, y la familia lo proclamará como primero, no dándole el lugar a ese que se perdió, el inconsciente hará que ese hijo sienta que es el segundo, por ejemplo sintiéndose no reconocido, siendo demasiado callado o hiperactivo, que todo le cueste el doble….etc.
La propuesta desde la Bioexistencia Consciente, es poder trabajar esos duelos, esos dolores, esas pérdidas, poder entender de donde vienen, por ejemplo, “el no poder tener hijos”, dando lugar a esos seres que no llegaron a nacer o que se fueron muy tempranamente, y de esa manera sanar nosotros, sanar el pasado y el futuro de nuestro clan.
Puentes para Despertar
Bioexistencia Consciente