
Los niños, hasta aproximadamente los 10 años, son una fiel imagen de lo que le sucede a su mamá. Durante esos primeros tiempos las emociones de mamá son reflejadas por ellos, así como fue durante el periodo de gestación, ese es el alimento emocional que reciben los niños. Pensemos en el comienzo, cuando somos tan solo una célula en el útero, allí se produce una explosión de vida, y esas células se reproducen a una velocidad vertiginosa, la emocionalidad de mamá, está generando una verdadera reacción en cadena de vida, aunque lo que pueda estar viviendo sea algo horrible, triste y doloroso. Pueden ser sentires de soledad, de agobio, de frustración, de baja autoestima, etc. Como todo esto está dando como resultado vida, las células lo copian como algo positivo y se programan para repetirlo. Por eso decimos que cuando un niño se enferma lo primero que vamos a mirar es que situación está viviendo su madre, buscaremos cual es el mensaje que nos trae ese síntoma que vivencia el niño, dado que es un espejo para que su madre pueda comprenderlo.
En consulta, buscaremos esas situaciones en la contemporaneidad, como también veremos cómo fue ese embarazo, y hasta un par de años antes de la gestación. Trabajaremos para que esa situación se reviva, se gestionen las emociones que quedaron enquistadas, se reparen y se cambien para sanar. Viene a consulta la madre, se sana el niño, se sana la madre, todo cambia, todo se transforma.
Puentes para Despertar.
Bioexistencia Consciente